Panela un alimento tradicional colombiano

La panela hace unas décadas era la panacea de los alimentos, según un libro de comportamiento y salud que leía en mis años de estudiante básica, decía que al único alimento que no reemplazaba la panela era a la leche. Pero que era un alimento nutritivo y muy completo para especialmente dárselo a los niños.

El agua de panela con limón es una bebida refrescante que se acostumbra tomar especialmente en los climas cálidos de Colombia, pero también se toma de muchas y diferentes formas  y en otros lugares del mundo, también es muy utilizada para preparar postres y otros alimentos.

Pero debemos tener en cuenta que los tiempos cambian no solamente en el ambiente, la contaminación, los escases de nutrientes en los alimentos por el agostamiento de la tierra, la panela no es tan benéfica como lo era en la antigüedad.

Especialmente se debe tener cuidado al utilizarla, hervirla en agua para que aquellos contaminantes que trae sean eliminados por medio del calor, dejar que se siente y botar el ultimo poco que queda en la vasija al pasarlo a otra vasija o jarra para eliminar el polvo y sedimentos que trae, ya que esto puede ayudar a formar cálculos en los riñones.

Conque se liga hoy en día la panela en su fabricación, para que tenga un mejor rendimiento no lo sabemos, pero de lo que si estamos seguros es que ya no es ese rico alimento o bebida conque se hacia hasta el café con leche, guarapo y mucho más. 

Se utiliza en lugar de melaza para endulzar el agua del ganado y esto esta afectando no solo la salud del ganado caballar especialmente, sino la calidad de la carne que se consume en el mercado.

Al tratar de ahorrar para comprar más comida y que el dinero rinda, se debe tener en cuenta algunos factores como la clase de alimentos se debe consumir de acuerdo a las edades, como nos alimentaban nuestros abuelos y consumir los productos especialmente los perecederos de acuerdo a la época del año, sin abusar de ellos, porque algunos frutos de la tierra, si se consumen balanceadamente son muy buenos, pero si se consumen en exceso por mantener una economía que nos ayude a salir adelante, perjudicamos antes que ayudar a fortalecer la calidad de vida de todos.